“En otoño se cae más el pelo”
CIERTO. Lo primero que tenemos que valorar es que el circuito de vida del cabello está ligado al proceso vital del ser humano.
En verano estamos más activos, recibimos más estímulos, lo que influye en la vida de nuestras células que también están activas. El ciclo vital del cabello se acelera y los que están en la fase última de vida precipitan su caída para dar lugar al nuevo que saldrá en su lugar.
“Mi padre es calvo, así que yo también lo seré”
NO NECESARIAMENTE. No tienes que heredar las características de tu padre, pueden ser las de tu madre o las de los abuelos.
“Las canas son una señal de que no se te va a caer el pelo”
NO SIEMPRE. Hay un patrón físico de personas con cabellos gruesos en la que las canas aparecen a una edad temprana y a los que la caída no les afecta.
Esto no quiere decir que el cabello no se caiga cuando le toca, lo que sí ocurre es que vuelve a salir con vitalidad, no se debilita produciendo calvicie.
“El pelo largo se cae más que el corto”
FALSO. La vida del cabello depende de su salud a nivel celular. El largo no es un factor que influya en la caída de un cabello sano, lo que ocurre es que es al ser largo lo vemos más.
“El pelo fino se cae más que el grueso”
NO SIEMPRE. Hay dos tipos de cabellos finos: los que lo son por naturaleza y los que lo son por afinamiento de la fibra capilar en un proceso de debilitamiento por alguna patología. Estos últimos son más sensibles a la caída pero un cabello fino y sano no tiene porque caerse.
A su vez, uno grueso con problemas de salud tenderá a caerse de igual manera. En definitiva es la salud y no el grosor lo que condiciona que se caiga más o menos.
“Llevar el pelo recogido muy a menudo hace que se caiga más”
En principio NO TENDRÍA PORQUÉ SER ASÍ, pero aquí tenemos que valorar tres cosas principales:
- cuál es la naturaleza de ese cabello, es decir si es sano o debilitado.
- en qué condiciones se recoge, si limpio o con excesos de grasa, mojado o seco.
- cuál es el nivel de presión sobre las raíces y el tiempo que se mantiene el cabello recogido y sin movilidad.
Todo ello hay que valorarlo junto con dos factores principales en la vida del cabello: la oxigenación y el aporte de vida que le proporciona la sangre que le llega al folículo.
Por ejemplo: Si dejamos un brazo durante mucho tiempo en una posición, lo más probable es que te cueste moverlo porque está como dormido por la falta de aporte sanguíneo y el atrapamiento de los nervios. Pues el cabello también es un órgano y le pasa lo mismo.
“El estilo de vida influye en la caída del cabello”
CIERTO. Está demostrado que una alimentación inadecuada, un nivel alto de estrés y los impactos emocionales pueden afectar al cabello produciendo caídas de distinta consideración.
“Tomar vitaminas ayuda a que se caiga menos el pelo”
DEPENDE. Si la caída es producida por alguna carencia alimentaria, un aporte de vitaminas puede ayudar en la recuperación.
“El cuidado que le des al cabello influye en que se caiga más o menos”
CIERTO. Si no cuidamos el cabello y lo sometemos a transformaciones agresivas, podemos dañar la fibra capilar debilitando su estructura.
“Los productos para caída del cabello no funcionan”
FALSO. Los productos para la caída que tienen la formulación adecuada para estimular la vida del folículo (como Aminexil,), claro que funcionan en casos de alopecias estacionales, y alopecias difusas.
En problemas de tipo hormonal u otros más complejos por falta de salud, pueden ayudar en el mantenimiento y mejor recuperación del cabello ,siempre que la persona supere esa situación .
Ahora que distinguimos mito de realidad, la caída del cabello ha dejado de ser un misterio para nosotras.